Conoce tu hipoteca

Una buena recopilación de términos para que conozcas tu hipoteca, tanto presente como futura, porque es irremediable encontrarse con ella.

La contratación de un préstamo hipotecario es un proceso prolongado que engloba muchas decisiones difíciles. La cantidad, el tipo de interés, los plazos de ejecución... un conjunto de números y de siglas que suelen resumir los diferentes índices oficiales de referencia que determinarán los intereses de la hipoteca. Antes de pagar las letras, hay que conocer el signficado.

TAE: Tasa anual equivalente. Es el tipo de interés medio de los créditos hipotecarios a más de tres años. Este índice se utiliza como referencia para el pago de préstamos de tipo fijo, es decir, nunca varía a lo largo de la vida de la hipoteca.

Índice CECA: Es una media de las TAE aplicadas por las Cajas de Ahorros Confederadas, tanto a los préstamos hipotecarios como a los préstamos personales. Es la opción al TAE para los préstamos a tipo fijo.

EURIBOR: Referencia interbancaria a un año. Constituye la media de los tipos de interés al que los grandes bancos y cajas de la zona euro se prestan dinero entre sí. Es el índice de referencia más utilizado para los préstamos a tipo variable o hipotecas que se pueden contratar también utilizando el mibor, el IRPH o el índice AHE.

MIBOR: Tipo interbancario de Madrid a un año. Se obtiene como el euribor, pero restringiéndose a las entidades del mercado madrileño. Se utiliza para operaciones anteriores al 1 de enero de 2000.

IRPH: Índice de referencia de los préstamos hipotecarios. Se basa en el coste medio de los créditos hipotecarios a más de tres años. Se trata de una TAE para préstamos a tipo variable.

AHE: Índice de referencia no oficial que recoge los tipos más frecuentes de las principales entidades españolas, agrupadas en la Asociación Hipotecaria Española.

Aunque se suelen emplear como sinónimos, existen muchas diferencias entre un crédito y un préstamo hipotecario. Entre las diferencias más notorias, el desembolso de dinero, que en el préstamo se produce en una única vez y sin poder reutilizar las cantidades amortizadas. El crédito hipotecario pone a disposición del cliente una cantidad de dinero en cuenta, de la que va disponiendo según sus necesidades, pero tiene una administración más cara y un plazo de amortización más corto, por lo que su riesgo es también mayor. La mayoría de clientes escoge el préstamo para pagar su vivienda.

Ahora que ya conoces un poco mejor tu hipoteca quizás sea el momento de negociar con el banco para obtener unas mejores condiciones.

Este post ha sido extraído de un artículo del periódico gratuito 20minutos titulado "Las letras de nuestra hipoteca".