La otra cara de la crisis en el mercado inmobiliario

Según pública elpais.es en la sección de economía de su edición digital, las viviendas en propiedad representan más de la mitad del patrimonio de las familias españolas. Este enriquecimiento se cifra en 3,8 billones de euros, lo que significa un crecimiento de casi cuatro veces respecto al año 1997.
Durante el boom inmobiliario, periodo comprendido entre 1997 y 2007, España se situó a la cabeza de Europa en cuanto a viviendas construidas, lo que se reflejó en la construcción de 4,5 millones de nuevos pisos.
Evidentemente, este lucro ha recaído principalmente sobre los promotores y constructores. Pero, personalmente, creo que numerosas familias con ciertos ahorros invirtieron en el ladrillo; ya sea por su visión empresarial o simplemente por suerte se unieron a la pasada bonanza del sector y consiguieron un buen pellizco, tal y como si les hubiera tocado la lotería.
Como ya he dicho, una minoría se ha beneficiado a costa de la mayoría, y esto ha provocado que el acceso a una vivienda se haya convertido en una empresa muy complicada... por muchas medidas que se tomen al respecto.